miércoles, 30 de marzo de 2011

Damián Forment

Damián Forment (Valencia; 1480 - Santo Domingo de la Calzada (La Rioja); 1540) fue un escultor español, considerado el más productivo de la Corona de Aragón[1] y uno de los primeros introductores del Renacimiento en España.
Hijo de padre escultor, con el que trabajó en varias obras en Valencia y también con su hermano mayor Onofre Forment. Se cree por el estilo italianizante-renacentista de sus obras que amplió su formación, probablemente en Italia. Parece que Jaime Vicente, escultor valenciano también lo tuvo como discípulo.[2]
Biografía
Contrajo matrimonio en Valencia en 1499 con Jerónima Alboreda con la que tuvo cuatro hijas. Se trasladó a Zaragoza en 1509 para realizar su primer gran encargo en la Basílica del Pilar (Zaragoza), en el retablo del altar mayor que los comitentes le impusieron que tomara como modelo el retablo gótico de la Seo y con temario mariano. Construyó otros dos retablos para la ciudad de Zaragoza, el de la iglesia de San Pablo y el de San Miguel de los Navarros. El segundo encargo catedralicio se lo hicieron entre 1520 y 1534 para la catedral de Huesca muy parecido al de la Basílica del Pilar, con tres escenas principales el Camino del Calvario, la Crucifixión y el Descendimiento.[3]
Montó un taller de gran importancia en Zaragoza, con numerosos discípulos y aprendices; en este obrador se realizaron más de veinticinco retablos. Uno de sus mecenas más importantes fue el obispo de Lérida, Jaime Conchillos, de origen aragonés que le hizo varios encargos de retablos para la ciudad de Zaragoza, entre ellos el de su capilla funeraria en la antigua Capilla de Nuestra Señora del Pilar y además otros en la población natal del obispo: Tarazona.[4] Llegó a tener en marcha a la vez que el taller de Zaragoza, otro dos, uno en Huesca y otro en Tarragona.
Su obra más importante y polémica es el retablo para el monasterio de Poblet (Tarragona), que le encargó el abad Caixal, en alabastro blanco. Se hizo la obra entre 1527 y 1529, contando con muchos colaboradores. Consta de cuatro cuerpos horizontales y el remate con un calvario. En el primero y tercer cuerpo se representan escenas de la vida de Cristo en relieve dentro de nichos avenerados, en el cuarto cuerpo se ven los doce apóstoles con la figura central del Salvador y en el segundo está dedicado a la Virgen María, escultura que preside el retablo, acompañada por santos y santas. Le acusaron de "no poner buen mármol" y deficiencias en la talla (sobre todo ornamental), por lo cual no cobró lo estipulado en el contrato. Está restaurado y es la obra de estilo renacimiento más importante que tiene el monasterio de Poblet.[5]
Murió cuando estaba trabajando en el retablo de la catedral de Santo Domingo de la Calzada contratado en 1537 y realizado en madera. Forment dejó numerosos discípulos y seguidores como Juan de Salas y Gregorio Pardo hijo de Felipe Vigarny.
OBRAS
Retablo mayor de la Basílica del Pilar
El retablo del altar mayor de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza fue realizado en alabastro policromado, con guardapolvo de madera, por Damián Forment entre 1512 y 1518 y está dedicado a la Asunción de la Virgen. El estilo de la arquitectura del retablo es gótico final, si bien las escenas figurativas muestran características plenamente renacentistas.

Nuestra Señora del Coro
Nuestra Señora del Coro (c. 1515) es una escultura en alabastro policromado y dorado de Damián Forment que procede del Convento de Carmelitas Descalzas de Santa Teresa, conocido como «Las Fecetas», de Zaragoza (Aragón, España).
Muy alabada por el padre Faci en 1739, recibió ese nombre por la ubicación original de la pieza en el coro de la iglesia conventual. Se trata de un busto de la Virgen de medio cuerpo con el Niño recostado sobre dos cojines, quien toma con su mano el dedo índice de su madre. En la descripción del padre Faci se dice que María ofrecía al Niño unas flores, y ya se aludía a la mella de la barbilla, que debió ser repuesta posteriormente.

Piedad (Damián Forment)
Esta Piedad, de entre 1522 y 1525, es un relieve escultórico en alabastro policromado y dorado de Damián Forment procedente del retablo de Santa Ana, San Jerónimo y San Martín de la capilla de la Catedral de Huesca que perteneció al canónigo Martín de Santángel, cuya estatua orante presidió la estancia, cuya construcción se terminó en 1525 con la instalación de su reja en hierro. Su retablo, dedicado a Santa Ana, San Jerónimo y San Martín, fue calificado en el siglo XIX de «primoroso».

No hay comentarios:

Publicar un comentario